La comunidad religiosa aprovechó la visita de nuestra querida Sor Phyllis Neves al Colegio María Auxiliadora de San Salvador, el pasado jueves 9 de marzo para mostrar con gran cariño las reliquias que alberga la primera casa fundada hace 120 años en El Salvador.  

Entre ellas están la “Virgen Niña” traída de Milán, Italia el 8 de septiembre de 1946; El Sagrario del Colegio, que cuenta la historia cuando estaba Sor María Romero Meneses de novicia, el 06 de enero de 1921 en este mismo sagrario Jesús le habló y le dijo “Eres la predilecta de mi Madre y la consentida de mi Padre”, luego sigue La Custodia, que Monseñor Cagliero trajo como regalo las Hija de María Auxiliadora de Centroamérica.  

A su vez se cuenta como reliquia un cáliz, bellísimo con imágenes talladas de los primeros tiempos de la fundación de la casa, el cuadro de Sor Julia Gilardi que fue la primera hermana Provincial y directora de la casa María Auxiliadora de San Salvador, primera en el puesto a nivel Centroamericano. 

El cuadro del Milagro  

Se visitó “El Cuadro del Milagro” que es el retrato de Madre Mazzarello, en 1951 la alumna Elena Mendoza cursaba el segundo año del secretariado, de pequeña le habían hecho una operación en la rodilla izquierda, a principios del año escolar ella acuso de tener muchos dolores en la rodilla, por su operación la pierna le había quedado un poco rígida y no podía flexionarla, en su trayecto para entrada al colegio no soportaba el dolor y cayendo del lado donde estaba ubicado el cuadro de Madre Mazzarello llorando más que rezando; unos momentos pasaron y sin ninguna explicación se levantó e hizo la genuflexión que desde hace más de cuatro meses el movimiento era imposible de realiza; al ver esto sale llorando directo al cuarto de la Hermana directora quien en ese momento era Sor Francisca Jusaro, y gritaba “estoy curada”; las hermanas que estaban en la capilla alarmadas  corrieron a la dirección donde la niña mostraba su pierna desinflamada con las vendas en los pies, y la piel floja, todas regresaron inmediatamente a la capilla a agradecer a nuestra Santa. Todas las niñas rodearon a Elena que corría y corría sin parar por los corredores y las escaleras del colegio.  

Elena organizó una procesión por los corredores llevando el estandarte de Madre Mazzarello y cortejada por todas las niñas, era todo un delirio de emoción; se le llevo donde su doctor que la habida declarado anteriormente como “Incurable” para que diera el testimonio de certificar su milagro y curación pero se rehusó; de los otros colegios de la provincia solicitaron que Elena viajara para conocer sobre esta sorprendente obra de santidad y escuchar testimonio, marcando este y muchos actos más, una época de oro a nivel provincial en la piedad, pureza y estudio. 

Cada casa tiene la oportunidad de mostrar a Sor Phyllis y a la provincia sus reliquias históricas  

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *